CADA HISTORIA...




Para Rafa...


Aquí me veo de nuevo, delante del ordenador, tengo puesta una emisora que, lleva horas regalando a sus oyentes, ó escuchantes, música perfecta para volver atrás, para remover. Son las 2`00h de la madrugada, la hora del silencio, de las reflexiones, del humo del cigarro y el clin-clin del hielo, la hora en que todos duermen, todos menos mi ordenador y yo.
Hace un momento sonaba “hoy quisiera estar a tu lado” de tequila…no he podido evitar acordarme de mi primer gran amor…se llama Rafa.
Yo solo tenía 13 años, él 16.
Los amores prohibidos son inolvidables, te marcan para siempre.
Recuerdo con nitidez aquella película, en el cine, en la que cocinaban conejo a la cazadora (al menos esa parte de la película…ejem), y el chaparrón de vuelta de aquel pueblo, y el aroma que desprendía Rafa, recién duchado, afeitándose, cuando entré al baño sin llamar y lo sorprendí con solo una toalla a la cintura…recuerdo muchas cosas, cosas que me han hecho tal y como soy…cosas que me han ido construyendo…estamos hechos a base de todas “esas” cosas que “llevamos en la mochila”…
Vivimos juntos por un tiempo, somos primos.
Mis padres acababan de separarse.la separación fue violenta y agresiva, nada civilizada (ó si, dadas las circunstancias…parece ser la tónica general en esta nuestra “civilización”). El caso es que vivíamos en un pueblo cuando decidieron que se odiaban a muerte, y claro, no tardó en llegar la pregunta de siempre:
¿A quién preferís a papá ó a mamá?
Yo debo ser muy rara pero a esa edad los quería a los dos, es más, los necesitaba a los dos…quería una familia, joder, tenía 12 años.
Pues no, las cosas se pusieron feas y hubo que elegir:
-O con los dos ó con ninguno- dije yo entre lágrimas y sollozos-
-“Los dos jamás”- gritaron mis progenitores al unísono-
-Vale, pues me voy sola.

Después de platos y platos a la cabeza decidieron mandarme a un colegio interna (una menos de quien preocuparse, estando las cosas como estaban).

Ese año en el colegio San José en Espinardo, Murcia, fue cuando menos, muy interesante. Allí me enamoré perdidamente de mi profesor de gimnasia, se llamaba Pablo, decía que yo era su amor platónico, yo no sabía muy bien lo que era eso pero me gustaba. Allí Ferrer me pidió salir, y salimos, íbamos a la discoteca Príncipe de Gales a las 5 de la tarde de los sábados haciendo dedo, a la piscina, nos sentábamos en cualquier esquina y nos cogíamos de la mano…un día apareció Yolanda (que jugaba al baloncesto mucho mejor que yo, ella era pívot) y Ferrer pasó de mi (no me ha vuelto a pasar), lloré toda una tarde.
Allí conocí a Sara, ella era hippy, hacía bisutería que vendía en su puestecillo, con sus colegas en la puerta del corte inglés. En el mismo corte inglés donde aprendí a “coger cosas prestadas”, total, eran unos capitalistas explotadores y traficantes y yo…yo no tenía paga, ni un duro, era justo.
Allí conocí a mi amiga Fuensanta, compramos pollos de colores, lloramos su muerte días después, escuchamos el “más sexi” hasta la saciedad…Y María, María era alucinante, estaba muy enfadada con el mundo y…lo iban a pagar. Y Emilio, y cuando se fue la luz, fue apenas un beso pero…me sentí culpable, lo de Yolanda me lo merecí.
Bueno, en aquel colegio cambió por primera vez mi “look”, en realidad me vistieron a su gusto (mis padres) hasta que empezaron a pelearse, que me ponía lo que había, y allí, en aquel lugar anárquico, donde tu pinta solo la controlabas tu, encontré mi primera identidad…me hice “hippy”, yo no era consciente pero visto desde aquí, creo que es la definición más acertada para mi atuendo de entonces. Me rasgué los vaqueros (mis primeros vaqueros, unos lois), me encargué de que todos mis amigos me dedicaran algún dibujo ó parrafada plasmado en ellos, me hice trencitas en toda mi larga melena, me embutí en una camiseta con un enorme “PAZ VERDE” que no tuvo más remedio que regalarme un amigo de Sara con el que congenié muy bien, me colgué un medallón y un bolso cruzado (ambas cosas de dudosa procedencia…no las compré), y adopté un gatito que pululaba por las afueras del corte inglés, al que siempre llevaba conmigo…
…Y de esa guisa llegué de vuelta a casa de mi Madre, 9 meses después.
Ella se asustó tanto que buscó a mi padre por cielo y tierra y le rogó que apartara de ella semejante “castigo”. Y poco más ó menos, fue así como fui a caer en los adolescentes brazos de Rafa.
Mi padre también huyó al poco tiempo y allí nos quedamos, los 4 hermanos, entre la casa de Rafa, sus padres y sus 3 hermanos, y un piso que nos alquiló mi padre antes de embarcar para Cuba. Yo ya tenía 13 años.
Barcelona, enorme ciudad, sobre todo sola y a tan tierna edad. Ni que decir tiene que perdí el curso (8º), además de porque todo era en catalán, los libros, los profesores y los alumnos, yo tenía libertad absoluta y un gran amor con quien pasar todas las horas del día. Eso sí, pasé más hambre que un tonto, lo que es comer, comer, no.
Vivía, a caballo, entre la casa de Rafa y el piso nuevo, montado con todo lujo de detalles, dormitorios con cama nido, sábanas nuevas, vajilla, menaje, cubertería…todo nuevo, pero la despensa pelada. Hacía “la compra” (sin crédito, claro) en un supermercado cerca de casa…quesos sobre todo, la cintura de mi pantalón los acogía bien, jamás me pillaron, no tuve otra que hacerme una experta, eso ó morir de inanición…no tenía edad para trabajar ( en algo limpio), ni para pasar hambre, claro.
Y claro, aquello no podía durar. Un día mis tíos empezaron a atar cabos y entendieron muchas cosas y, aunque si por ellos hubiera sido yo ahora llevaría poco menos de 30 años casada con Rafa, mi padre le devolvió a mi madre la pelota, que ya le tocaba.
Me alejaron 1000km de Rafa y a mi Madre, a la pobre, lo que sí que le toqué fue las narices…venía salvaje y muy, muy, muy, rebelde, pero…eso es otra historia.

Rafa y yo, después de veintimuchos años, tenemos una relación muy bonita (aunque la mayoría siguen sin entenderla), pero da igual, hay cosas en la vida, tan valiosas, tan puras, tan de verdad, que hay que cuidar, mimar y conservar como oro en paño.
Y ahí estamos…

“En los momentos, esos inevitables momentos, en que te cubre la mierda, busca dentro, seguro que entre tanto trasto encuentras algo bello, algo tan bello quizás, capaz de convertir en tierra esa podredumbre…en tierra donde seguir creando bello”
3´30h de la madrugada de un día cualquiera, suena leño en la radio, la nana, hora de dormir.

Comentarios

Bollakido de breicon ha dicho que…
Hola Maria pimientos,

Soy Julio, el chaval del que te habla hablado Juanito, sino le preguntas.
Mi lema es,,,yo soy yo y mis casualidades, y además no creas que eres la única que se llevaba cosas del corte inglés, si no tuviera la edad que tengo lo seguiría haciendo.
No me sale nada gracioso, ni nada ingenuo ahora mismo, sólo decirte que me ha gustado sigue así,,,,ya te enseñaré mi blog.
kiss
María Pimientos ha dicho que…
Hola Julio, claro que he oido hablar de ti...muy bien ,por cierto. la próxima vez que lo veas (a Juan), pidele que te traiga a casa...ya tengo ganas de conocerte

Nos vemos entonces