OTRA VEZ NAVIDAD…HAY QUE JODERSE




Desde que cumplí 10 años no me gusta la navidad.

En principio fue triste por la escasez, por la humilde vergüenza dibujada en la cara de mi madre al recibir “limosnas” por navidad. Unos años más tarde fue triste por la soledad, por cenas de Nochebuena con una sopa de sobre y dos vasos llenos de lagrimas…



Después cuando comencé a ser eso tan feo que llaman “una adulta responsable” me di cuenta de que una de las características que caben en tan desafortunada definición, era precisamente el hecho de no ser responsable sino de una manera del todo, a mi modo de ver, superficial, materialista, consumista…absurda, sobre todo en las mencionadas fechas. Por lo que mi aversión hacia ellas fue in crescendo.

Y me negué a entrar en ese circo, en ese patético espectáculo de gentes que se reconcilian con sus más acérrimos enemigos por navidad, para seguir despellejándose el resto del año. Me negué a formar parte de esas pantagruélicas cenas, donde todos lucen sus mejores galas, donde todos rajan del resto por lo bajini, donde hay regalos para todos, regalos al por mayor, regalos de mentira.

Una de mis historias favoritas, en relación a estas fechas, sigue siendo la de Ebenecer Scrooge, es genial. Pero claro, vaya usted a saber si el bueno de Ebenecer no vuelve a las andadas el 2 de enero, como sucede con los “viejos avaros” de hoy en día…pensaremos que no, que él si es auténtico, que el dickeniano Ebenecer Scrooge sigue morando todavía en el interior de todos y cada uno de los mortales, intentando manifestarse y recaudar almas por navidad.

Aunque lo dudo.

Pienso que la navidad debería ser la escusa perfecta para reunirse con familiares y amigos a los que quieres y con los que te reunirías más a menudo si tuvieras la ocasión, da igual comer pavo trufado o papas fritas, da igual llevar medias de seda o vaqueros, da igual que sea 24, 25, o día 15.

No creo en la limosna con el despilfarro, no creo en lo que lleves por fuera, no creo en tu regalo programado…no creo en quien me quiere solo por navidad.

¿Qué es la navidad?, ¿en qué se ha convertido?...

No, no me gusta esta navidad que cada año comienza antes, que cada vez es más consumista, que no sabe que costumbres multiculturales adoptar para consumir más y más y más…



Me gusta la navidad de Bob Cratchit, austera en medios, descomunal en sentimientos, o la de Jo March y sus hermanas, solidaria y cálida, como el resto del año. Me gusta la navidad con los ojos de un niño, un niño relativamente pequeño, un niño aún sin “contaminar”…sin embargo no creo en esto que ahora llaman navidad.

Comentarios

Fko ha dicho que…
"Regalos de mentira"... muy muy bien dicho.

Verdades como guantazos en la cara con una tripa de chorizo.
María Pimientos ha dicho que…
Ahí, ahí...no hay tregua...ya está bien!!!
diamondwhite ha dicho que…
y tienes toda la razon
la navidad deberia ser tiempo de paz y amor
pero es todo consumismo
No solo pensar en la familia ese dia sino los 365 dias del año!!!
AProvecho para felicitarte por tu blog y tu aportacion en directo al paladar que es como te eh conocido
María Pimientos ha dicho que…
Gracias diamonwhite,
Que sigas disfrutando de todo , todos los dias...
pasta fresca ha dicho que…
Lo siento, pero te tengo que dar toda la razón. Yo soy afortunada porque en mi casa somos los de siempre, con los mismos platos y sin regalos, eso sí, con muy buen rollo. Pero no en todos sitios es igual, lástima. La Navidad es de plástico.

Gran blog!
María Pimientos ha dicho que…
Hola pasta fresca, gracias, me alegro de que te guste el blog y me alegro de que, tengas como mayor tesoro con los tuyos, el buen rollo. Así debería ser para todos, todo tendría más valor, incluso, hasta la navidad...
Un besito y a disfrutar del plato!