Pampaneira. Cómo se come en La Alpujarra





“Dime cómo comes y te diré cómo eres”, es cierto, se puede llegar a conocer a un pueblo por los frutos de su cocina, el olor de sus calles y lo mucho o poco que le dediquen a sus fogones. Uno de los pueblos en los que estoy llevando a cabo mis investigaciones gastronómicas, es Pampaneira, hermoso pueblo de origen bereber colonizado más tarde por leoneses y gallegos, situado en el Barranco de Poqueira.




Un lugar privilegiado sin duda, por su carácter natural y salvaje, por su cercanía al sol, por las aguas que recorren sus entrañas, por lo auténtico de su arquitectura, por su tradición y por su espíritu ecológico. Todo lo que se cría en Pampaneira, dado todos estos factores de los que os he hablado, tiene una gran calidad nutricional y organoléptica, que hacen que su cocina sea muy atractiva.

¿Pero que se come en Pampaneira?




En Pampaneira se come muy bien. Hay mucha oferta gastronómica cosa que me encanta, no hay nada como visitar un lugar que te va tentando con innumerables reclamos alimenticios, pizarras con platos y más platos, bares repletos de gente, terrazas llenas. Restaurantes que además de ofertar sus reliquias, regalan con el aroma que desprenden sus chimeneas, comida por todos sitios, tapas en todos los bares.




Las comidas típicas de este bonito pueblo alpujarreño, son pucheros, cocidos, sopas, migas, dulces moriscos, mucha verdura y hortaliza de origen ecológico. Aromáticas y plantas medicinales en abundancia adornan sus platos, guisos e infusiones, poseen unas de las mejores patatas que se puedan degustar, debido a la altitud y el agua de riego , agua con propiedades medicinales que aporta a los guisos una calidad excepcional.




Y bueno, quizás el plato por excelencia, el más turístico de la Alpujarra es sin duda el Plato Alpujarreño. Una combinación de patatas a lo pobre con pimientos, huevo frito, jamón y/o lomo, chorizo y morcilla. Casi ná, este plato demuestra el carácter de las gentes alpujarreñas, gentes duras, recias que aguantan bien el frío de la Sierra con una alimentación calórica, que les mantiene activos en los duros inviernos. Se dice que este plato que tan famoso se ha hecho en toda la provincia de Granada, lo creó un hostelero alpujarreño.




Os comentaba antes el marcado carácter ecológico que poseen en general los vecinos alpujarreños, debido quizás a su contacto directo con la naturaleza, mantienen un mutuo respeto con ella. Es común ver en las pizarras de diferentes bares y restaurantes ofertas que incluyen platos vegetarianos, productos ecológicos, incluso como podéis ver en la siguiente foto, platos antiguos por encargo.




En todos los bares y restaurantes suelen poner tapa incluida en el precio de la cerveza, tapas que suelen ser de migas, embutidos de la zona, patatas a lo pobre, carnes de cerdo o cordero con ajos, o guisadas…que podemos degustar en las terrazas de los bares, a pleno sol, o en sus salones con chimenea la mayoría. La verdad es que el ambiente que se respira en Pampaneira es plenamente festivo, contagiosamente festivo, invita a pasear por sus calles y tapear en sus bares.




Además podemos encontrar las típicas tiendas alpujarreñas en las que, podemos tanto comprar embutidos, jamones, conservas, vinos y quesos, además de utensilios de cocina artesanos, jarapas y demás artículos atractivos para el visitante. En la mayoría de estas tiendas, además, hay un pequeño espacio dedicado a la degustación de todos esos productos, de manera que podemos hacer nuestras compras mientras degustamos un vino de la tierra y una tapa de jamón alpujarreño.




Por lo tanto y como os comentaba antes, todo invita en Pampaneira a deleitarse con los productos autóctonos, a disfrutar de un placido paseo por sus calles repletas de bares y tiendas que exhiben su género en la calle, a disfrutar de sus fiestas y sus mercadillos gastronómicos.







Además, subir a La Alpujarra con niños es todo un acierto, porque es raro no encontrar algún mercadillo, alguna fiesta, talleres...algo cultural, y además de recorrer sus calles tan pintorescas, podemos pasear por los alrededores y enseñarles a distinguir los castaños de los nogales, los olivos de los almendros, el orégano del tomillo. Podemos visitar algún cortijo con ganado...en fin, La Alpujarra puede ser muy educativa tanto para pequeños como para mayores. Y ya veis como se lo pasan los pequeños comiendo...


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