Renacer...


Durante muchos años, somos los protagonistas de “nuestra” película. De pronto, un día, generalmente cuando nuestros hijos empiezan a tener “vida propia”, nos damos cuenta de que ya no somos los actores principales…solo somos secundarios. Es una extraña sensación que, asimilas sin más, pues no te queda otra. En ese momento, hay una serie de cosas en tu vida que cobran un sentido adicional. Otras, sin embargo, pierden el que tenían.


Y esa es la vida.

Y pasa el tiempo y, a tu alrededor, comienza a faltar gente. Se van muriendo. Inevitablemente vamos perdiendo a nuestros mayores. Y entonces se produce otro cambio. Es, como subir a un pico más alto…ves un poco más, ves un poco mejor…eres irremediablemente un poco más realista.

En ese momento piensas en esa persona a la que has perdido y te das cuenta, de que algún día, fue también actor principal en una película en la que tú, en un momento dado, entraste a formar parte. Una película en la que los actores van y vienen. Una película en la que no siempre podemos elegir papel. En la que hay buenos y malos. Amor y desamor. Una película que continúa…


Te quiero mucho, Pepe

Comentarios

Wilma ha dicho que…
Recibí su Nota. Que bueno que la encuentro otra vez. Felicidades y enhorabuena.
María Pimientos ha dicho que…
Bienvenida Wilma, me alegro mucho de seguir teniendola cerca...gracias!