El Finado




Todos los platos se acaban
Todos los días se acaban
Los meses, las estaciones, los años…

Las flores, los árboles, las olas, las tormentas
Todo tiene un final, hasta los caminos lo tienen
Todo termina por acabarse

Es bonito saberlo, poderlo pensar… y que no duela
Simplemente es así
Todo será finado. Todos seremos finados.

Esta mañana comenzó a llover, el verde de los árboles se hizo más intenso y brillante, el cielo se volvió gris; adoro la lluvia.
Me asomé a la ventana y observé, escuché las gotas cayendo sobre la piedra, olí el dulce aroma del ozono, la tierra mojada.

El agua comenzó a surcar y penetrar la tierra y, poco a poco, comenzó a resbalar por la tapa de madera. Debo reconocer que me recorrió un escalofrío que hizo erizar mi pálida piel; mas solo fue un instante. A continuación no sentí nada, solo paz.

Creo que es la primera vez que mi rebeldía no brota reivindicativa, es normal, es la primera vez que nada puedo hacer; por lo tanto he de conformarme. Me resulta raro pero lo hago, no he de esforzarme para ello…sale de mi así.

Dejo a mis ojos cerrarse, permito que mi corazón deje de latir y me relajo. Mi cuerpo ya no me pertenece, yace frío bajo la madera; siento calor en las sienes y sueño… mucho sueño.




Por un último instante mi rostro vuelve a ser mío y me permite dibujar mi firma en él; un último gesto… Sonrío y marcho.

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