OLLA PODRIDA o "PODERIDA" (con poderío... magnos ingredientes)


“Pónganse la víspera, las alubias de Ibeas a remojo y adóbense las carnes, así como provéase de una buena escarola para la ensalada…”

   Él asustaba las judías por segunda vez, cuando ella, acercándosele por detrás, le susurró algo al oído.  Tras el susurro besó su cuello. Tras el beso pegó su cuerpo a la espalda de él, lo rodeó con sus finos brazos sintiendo en sus manos la fuerza de su pecho, el latido, cada vez más acelerado, de su corazón. Durante un maravilloso instante se mantuvo a él así abrazada, sintiendo su fuerza y su calor, oliendo su piel, adivinando junto a su pecho cada uno de los músculos de la espalda de él.

Las alubias cantaban  un "blup, blup" pegadizo y armonioso, como queriendo poner música a  la candente escena. Él se giró buscando los ya entreabiertos y jadeantes labios de ella. "Blup, blup, blup" acompasando suaves y ardientes gemidos. Las manos de él, buceando bajo la camisa de ella, deslizándose por su sedosa piel, buscado su pecho desnudo, erguido; sus pezones duros y ardientes; temblorosos de placer. Su virilidad, ya pétrea, hallando complicidad en el cuerpo de ella.

“Una vez las carnes, o sacramentos, tiernos, resérvense y viértase parte del caldo resultante de su cocción, sobre las ya casi a punto, judías”

Mejillas que arden, labios húmedos, piel erizada, cuerpos bailando.

“Viértase un sofrito de ajo y pimentón sobre la olla y obsérvese como la reacción del guiso se asemeja a la que experimenta la piel cuando la mano del amante se desliza sobre ella. No en vano la alubia de Ibeas es, al igual que la piel de algunas mujeres, fina y delicada”

Prendas que caen al suelo, ojos entornados, rubor en las mejillas. Dos cuerpos jugando a crear placer, a sentir placer, a dar placer. Un juego que, al igual que las alubias, es más rico a fuego lento; precisa de atención y mimo a cada detalle, a cada expresión, a cada sonido, aroma, textura, sabor…

“Preséntese sobre plato hondo, blanco, de porcelana, un cucharón de alubias, trozo de chorizo, trozo de relleno, trozo de morcilla de Burgos. Adórnese con una piparra. Pónganse en fuente aparte el resto de sacramentos, así como la olla, que cada comensal servirá a placer”

“Y disfrútese, cómase con lujuria, pues es guiso apasionado, como los amantes que se esperan, se desean, se encuentran y se aman, lenta y apasionadamente”


   

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